Noruego arrestado por jugar Dorei to no Seikatsu

En 2015, la desarrolladora FreakilyCharming lanzó lo que hoy se considera un clásico dentro del mundo de las novelas visuales para adultos: Dorei to no Seikatsu. La historia trata sobre convertirte en el guardián de una joven esclava que fue abusada por su anterior dueño.
En el juego, debes cuidar de la chica — darle comida, ropa, y comunicarte poco a poco con ella, ya que está muy asustada por los traumas que sufrió en el pasado. Con el tiempo, ella se enamora de ti, y tú de ella.

Noruego arrestado por jugar Dorei to no Seikatsu
Una noticia reciente en Noruega informó que un hombre de 24 años fue arrestado por jugar Dorei to no Seikatsu. El investigador policial Fredrik Martin explicó ante el tribunal que el juego contiene animaciones que muestran abuso sexual de menores de 18 años.

Como en muchos otros casos en los que la policía encuentra este tipo de material, el juego fue descubierto cuando la organización estadounidense NCMEC (National Center for Missing and Exploited Children) envió informes sobre posibles delitos en internet.
El sospechoso, de 24 años y residente en Sør-Rogaland, fue acusado de poseer el juego y también otros archivos ilegales. Según la acusación, el juego muestra escenas explícitas de abuso.
El investigador Erik Høna Hagen describió el juego en el tribunal como un “tamagotchi vulgar”, en el que el jugador debe cuidar de una niña, pero el contenido evoluciona hacia situaciones sexualizadas.

Afirmó que, aunque el juego sea “solo animado”, representa a una menor en contextos sexuales y, por lo tanto, se considera material de abuso según la ley noruega.
El artículo también menciona que poseer o descargar este tipo de material puede resultar en prisión, incluso si se trata solo de animaciones o dibujos, ya que la ley noruega equipara las representaciones ficticias explícitas con la pornografía infantil real.
Hagen explicó: “La legislación en Asia es liberal cuando se trata de animaciones. Este juego es completamente legal en varios países. En Noruega, sin embargo, se considera un delito. Para algunas personas, puede ser difícil entender que esto se considere material ilegal aquí.”
La pena máxima que este hombre de 24 años podría enfrentar es de tres años de prisión, aunque rara vez se aplica en su totalidad. El largo tiempo de tramitación del caso podría llevar a una condena más leve.
