La indignación de los animadores japoneses ante el uso de IA

Los animadores japoneses han mostrado una creciente preocupación por el impacto que la inteligencia artificial y la tercerización barata están teniendo en la industria del anime. Uno de estos profesionales, conocido como Joni, quien ha trabajado como animador, diseñador de personajes e instructor de animación, reveló en redes sociales una oferta laboral considerada ofensiva para la profesión.
Según Joni, un cliente individual lo contactó para “corregir” animaciones generadas por IA por un precio extremadamente bajo. La propuesta consistía en ajustar errores como parpadeos, inconsistencias y cuadros “rotos”, con un pago calculado por cuadro, casi al mismo nivel que quien solo da retoques finales a escenas terminadas.
“Están completamente locos”, escribió. “Les dije que no me contactaran nunca más. Siento que está comenzando a aparecer una tendencia peligrosa.”
La indignación de los animadores japoneses ante el uso de IA

Joni explicó que entiende que contratar animadores puede ser costoso, pero que es absurdo pedirle a un profesional experimentado que revise animaciones hechas por IA pagando menos del valor de mercado. Cree que este tipo de propuestas provienen de personas que no entienden cómo funciona la industria.
“No quiero participar en la idea de que ‘profesionales corrigiendo animaciones hechas por IA’ permite producir anime comercial de forma barata. No estoy en contra de combinar la tecnología de IA con el trabajo humano, pero pagar menos por eso está mal. La industria ya ha destruido a muchos directores de animación por esta mentalidad.”

Según Joni, el problema va más allá de la IA. Muchos animadores japoneses informan que el sector depende cada vez más de la tercerización barata a estudios extranjeros. Estas empresas entregan animaciones rápidas y económicas, a menudo de baja calidad, que luego deben ser revisadas por directores de animación en Japón.
Sin embargo, estos directores reciben pagos fijos por episodio, incluso cuando el trabajo de corrección es extenso. Esto crea una enorme presión sobre los profesionales, lo que lleva a muchos a renunciar por agotamiento y falta de reconocimiento.

El animador enfatizó que esta práctica ha contribuido a la desaparición de directores experimentados y ha debilitado la calidad de las producciones japonesas. Advirtió que el uso de IA para reemplazar el trabajo humano, junto con la tercerización barata, podría agravar aún más la crisis.
En su mensaje, Joni también hizo un llamado directo a otros animadores para que tengan cuidado al aceptar ofertas similares. Advirtió que las propuestas muy baratas, disfrazadas de “pruebas” o “trabajos simples”, solo ayudan a normalizar el subpago y reducir el valor del trabajo artístico.
“Eviten aceptar trabajos que prometen ser solo una ‘prueba barata’ o una ‘corrección parcial’. Esas propuestas solo refuerzan la idea de que la animación hecha por IA puede reemplazar el talento humano a bajo costo”, dijo.
